Había una vez un gato que se llamaba Tom y vivía en una casa. Tom iba a entrenar todos los días al béisbol
con sus amigos Sally, Rayo y Jerry.
Todos sus amigos decían que Tom era muy malo jugando al béisbol, pero le fichó un equipo de béisbol muy bueno. En la liga iban segundos, si ganaban el último partido de liga, que era contra el primero, ganaban la liga.
Era el día del partido, había 2.000 espectadores e iba ganando el equipo de Tom 19-9. Finalmente ganaron y lo celebraron juntos.
Andrés
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