Había una vez una niña que era muy pobre y vivía en una casucha a la que se le caía el techo. Quería ver un pavo real y no podía porque era muy pobre y no la dejaban, pero un día, sin permiso, salió porquer quería ver uno. Con el dinero que tenía ahorrado su abuela, se fue a la parada del autobús que iba directo al zoo.
Cuando llegó al zoo se coló y corriendo los iba buscando. Al fin vio un pavo real, tan bonito con tu cola abierta de numerosos colores.
Laura Sánchez
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