Un día, muchas personas se reunieron en la calle Carnicera para ver un espectáculo de cinco personas.
En una exhibición, uno de los cinco salió rodando, tropezó con una piedra y acabó en el contenedor de la basura. Se quedó cinco minutos mareado y cuando salió del contenedor, un clavo le rajó los pantalones.
Por desgracia para él no llevaba calzoncillos, entonces todas las personas se rieron a carcajadas, pero el probre se tuvo que ir a su casa avergonzado de lo que pasó, pero feliz de haberse divertido.
Nacho
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